domingo, 29 de julio de 2018

Verruga hemorrágica peruana


 La verruga hemorrágica peruana o bartonellosis es una enfermedad infecciosa caracterizada por
anemia, fiebre anormalmente alta y erupciones crónicas de la piel que se pueden acompañar de dolor.
Es una enfermedad endémica en Sudamérica, sólo
existe en áreas de Perú, Ecuador (Loja) y Colombia (Nariño). En Tailandia y Sudán se han descrito
cuadros similares. La enfermedad se presenta en especial en los valles interandinos situados entre 500 a 3200 m de
altitud y entre 20 de latitud norte a 130 de latitud sur, dónde existen condiciones ecológicas especiales que permiten que el vector Lutzomyia verrucarum viva y transmita la enfermedad. Se trata de un proceso infeccioso, no contagioso, transmitido principalmente por la picadura de las Lutzomyia hembra (conocida popularmente como "Titira"), infectada con la bacteria Bartonella bacilliformis. No se conocen reservorios animales o vegetales, al parecer el hombre es el único probable reservorio.
Las Lutzomyias reposan de día y, a partir de las 6 de la tarde salen a alimentarse y pican. Las
Lutzomyias se alimentan de la sangre del ser humano y de otros animales como perros, caballos, roedores, cerdos, etc.

                                                       Lutzomyia longipalpis
 En ciertas áreas endémicas de Bartonellosis se han observado lesiones sangrantes de tipo verruga en animales domésticos (gallinas, mulas, perros, burros, pavos, etc.) y clásicamente se ha descrito que los pobladores de las zonas endémicas, especialmente los niños, padecen la enfermedad en la forma eruptiva.
El grupo de edad más afectado es el de los niños y adultos jóvenes, predominando el sexo masculino sobre el femenino.
Más de un 50% de la población infectada permanece asintomática. Para los que desarrollan la
enfermedad el período de incubación es de 21 días.

La enfermedad evoluciona en tres fases clínicas:
1.-Fase aguda anemizante, caracterizada por fiebre, malestar, palidez, anorexia, decaimiento, debilidad, sed aumentada, postración, cefaleas, astenia, sudoración, dolor abdominal, coluria, vómitos e ictericia. Menos frecuentemente aparecen mialgias, dolor intenso a nivel cervical, lumbalgia y dolores osteomioarticulares. Pocos pacientes presentan epistaxis, lesiones dérmicas máculo papulosas pequeñas, tipo "roseola".
2.- Fase Intercalar, usualmente asintomática y de duración variable, de meses a años.
3.- Fase eruptiva o crónica más conocida como Verruga Peruana y que se observa muy frecuentemente en la población preescolar y escolar de las zonas endémicas. Se caracteriza por la presencia
en cara, miembros superiores e inferiores de verrugas de diversas formas, habitualmente asintomáticas, que pueden curar en 4 a 6 meses o permanecer de por vida. La evolución se caracteriza por una
fase de reblandecimiento y una etapa final de reabsorción. Las verrugas superficiales se esfacelan, sin
dejar cicatriz, son frecuentes el sangrado de las verrugas, fiebre, dolores articulares, mialgias, prurito y adenopatías.

El pronóstico de la enfermedad ha variado a lo largo del tiempo. En la era preantibiótica la letalidad
de la bartonellosis en fase aguda era muy alta, las cifras superaban el 90%; con el uso de los antibióticos (especialmente el cloramfenicol) la letalidad ha disminuido de forma dramática, hasta un 8,8%.
Esta cifra que no es baja, revela que esta enfermedad sigue siendo un importante problema de salud
en las áreas endémicas.
El tratamiento de elección en la fase aguda anemizante es el cloramfenicol, sólo o combinado con
penicilina, ampicilina, o cefalotina. Mientras que el tratamiento de elección en la fase eruptiva o crónica es la eritromicina oral y los nuevos macrólidos (roxitromicina), también pueden usarse la rifampicina y el ciprofloxacino.
Clásicamente la medida de control principal y única ha sido la fumigación con DDT, la cual produjo una disminución importante del número de casos en la década de 1960-70. Posteriormente se ha
continuado fumigando con DDT y la enfermedad se ha mantenido e incluso ha rebrotado en algunas
zonas endémicas, probablemente por resistencia del mosquito al DDT.
Como medidas prácticas cuando se visitan las áreas endémicas se aconseja: no pernoctar en
casas abandonadas, no hacer campamentos en lugares cercanos a orificios, huecos y cuevas (donde
vive en gran cantidad la "Titira"), no visitar los lugares donde duermen los cerdos, no salir a pasear o
visitar zonas consideradas de riesgo, a partir de las 5 de la tarde a fin de evitar las picaduras de
Lutzomyia o Titira.
Se deben usar camisas de manga larga, mosquiteras y repelentes en caso de pernoctar en áreas
endémicas.
No existe hasta la fecha vacuna alguna, ni es útil la quimioprofilaxis con antibióticos.

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=s0465-546x2007000400006

http://www.emedicine.com/med/topic212.htm
Información médica (idioma español):
http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/acta_medica/VOLXVIII_N3_2001_SET_DIC/viejas_nuev_bartone.htm

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